noviembre 29, 2017

TRES TEMAS ECUATORIANOS / ARMANDO ARTEAGA

TRES TEMAS ECUATORIANOS / ARMANDO ARTEAGA

La novela “Polvo y Ceniza” de Eliécer Cárdenas evocó la figura de Naún Briones

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Viví desde muy  niño al filo de la frontera entre Perú y Ecuador, al ritmo de la amenaza de guerra entre ambos países, fiebre de los mayores de edad de ambos bandos que alimentaban mi imaginación literaria, gran suerte la mía. Estudie un par de meses primer año de primaria al borde del mísero conflicto, saltábamos hacia el otro bando y ya estábamos en Ecuador, la tierra que visitó Humboldt.


La novela “Polvo y Ceniza”

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Naún Briones, el bandolero de los cantones lojanos


Enrique Congrains, que era algo parco para la conversación, me confesó una vez que visitó Guayaquil en junio de 1959, y que esa vez conoció al novelista Adalberto Ortiz, que le obsequió su novela “Juyungo” (1957), novela que es “historia de un negro, una isla, y otros negros”. Era los tiempos de la moda literaria de “Matalaché”.



Naún Briones, el bandolero de los cantones lojanos, era una “leyenda urbana” 
hasta hace un tiempo, un mito como Froilán Alama, para el caso piurano.


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Un bandolero que robaba para regalar a los pobres 
lo que le quitaba a los ricos.


Naún Briones, el bandolero de los cantones lojanos, era una “leyenda urbana” hasta hace un tiempo, un mito como Froilán Alama, para el caso piurano.  Nadie le había visto la cara nunca, hasta que han aparecido unas fotografías del elegante personaje.  Un bandolero que robaba para regalar a los pobres lo que le quitaba a los ricos.  

La novela “Polvo y Ceniza” de Eliécer Cárdenas
 evocó la figura de Naún Briones 
como una abanderado de las causas justas de Loja


La novela “Polvo y Ceniza” de Eliécer Cárdenas evocó la figura de Naún Briones como una abanderado de las causas justas de Loja, lo mismo que una pequeña biografía “Naún Briones.  Leyenda y tradición” del profesor Eduardo Pucha Sivisaca, amigo lojano que conocí en Piura y me obsequio su libro.  Resulta que aparecieron unas fotografías de Naún Briones, y el tipo  era todo un divo elegante, mismo Tatán, mismo Django (en lo urbano limeño).  Pucha, el profesor escritor,  lo recuerda así: ‘’Los campesinos, especialmente los chazos lojanos que habitan en el cordón fronterizo, son los que más lo recuerdan, y alrededor de él se han tejido historias y ficciones que son parte de nuestro patrimonio narrativo cultural, relatos que tienen algo de verdad, algo de historia y algo de fantasía; pero ante todo, más de leyenda y tradición que resistiendo al tiempo se niegan a borrarse de la memoria colectiva”.
  

 “Naún Briones.  Leyenda y tradición” 
del profesor Eduardo Pucha Sivisaca, 
amigo que conocí en Piura

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